El abogado de Serge Atlaoui pide el indulto presidencial y pide "humanidad" al jefe de Estado
En 2007, el Tribunal Supremo de Indonesia condenó al francés a muerte, acusado de tráfico de drogas. Repatriado el 4 de febrero, su pena fue adaptada al derecho francés.
Para Serge Atlaoui, condenado a muerte en 2007 en Indonesia, es el último recurso. Trasladado a Francia el 4 de febrero por "razones humanitarias" según el ministro de Justicia indonesio, el preso de 61 años fue juzgado por el tribunal judicial de Pontoise, que conmutó su pena de muerte por 30 años de prisión -la pena más alta prevista por el Código Penal- unos días después de su traslado. Pero, según Richard Sédillot, el abogado del prisionero, el viaje no ha terminado. En una entrevista con Le Parisien , confesó que pedía el indulto presidencial, apelando a la "humanidad" y a la "autoridad" del jefe de Estado.
El señor Sédillot espera una reducción de la pena de su cliente: "Por supuesto, me pondré en contacto con el juez de sentencia y solicitaré una reducción de la pena", anunció. Sin embargo, el abogado es claro: la sentencia se ejecutó "en un país que no está vinculado a Francia por ningún convenio en la materia" y la adaptación al derecho francés puede ser compleja. Por eso, para el abogado, pedir al jefe de Estado un "indulto presidencial" es importante: "sólo Emmanuel Macron puede poner fin al calvario que vive desde hace 19 años".
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En 2005, el soldador fue arrestado por las autoridades indonesias mientras trabajaba en una fábrica cerca de Yakarta. Declarado culpable de tráfico de drogas, el francés fue inicialmente condenado a cadena perpetua, antes de ver su pena aumentada por el Tribunal Supremo de Indonesia: en 2007, Serge Atlaoui fue condenado a muerte.
El síndrome del corredor de la muerte (el nombre que se le da a la angustia emocional que afecta a quienes son sentenciados a muerte mientras esperan la ejecución) afectó entonces al soldador. "Su ataúd ya estaba fabricado", explicó el abogado. En su celda "reservada para aquellos cuya ejecución es inminente" , Serge Atlaoui esperó la muerte durante 17 años, "con la certeza de que él sería el siguiente", lamenta su abogado. Pero la presión de París sobre las autoridades indonesias está retrasando el acto final, y hay una apelación pendiente.
A pesar de sus problemas de salud -su abogado ha mantenido discreción al respecto-, el regreso de Serge Atlaoui a Francia sopla como un viento de esperanza. Ante el tribunal, el hombre que "siempre proclamó su inocencia" anunció que "sólo quería encontrar a mi familia". La actitud irreprochable del francés durante su detención, su "coraje" y su "dignidad" son "elementos" que podrían jugar "a favor" de la decisión del jefe de Estado, espera su abogado.
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